¿Por qué necesitas revisarlo a menudo?
El mantenimiento regular de un vehículo es fundamental para garantizar su rendimiento, seguridad y durabilidad. Uno de los cuidados más esenciales, pero a menudo subestimados, es el cambio de aceite. Este simple procedimiento tiene un impacto directo en la salud del motor y, por tanto, en la vida útil del coche.
El aceite de motor tiene la función principal de lubricar las piezas móviles del motor, reduciendo la fricción y evitando el desgaste prematuro. Además, contribuye a mantener la temperatura adecuada del motor, limpia residuos y previene la formación de lodos y sedimentos. Con el tiempo y el uso, el aceite pierde sus propiedades, se contamina con partículas y se degrada. Cuando esto sucede, ya no puede cumplir su función de manera eficaz, lo que puede provocar daños costosos o incluso la rotura del motor.
Consecuencias de no cambiar el aceite a tiempo
No realizar el cambio de aceite en los intervalos recomendados puede tener consecuencias graves. El motor puede sobrecalentarse por falta de lubricación adecuada, se incrementa el desgaste interno, y pueden producirse obstrucciones en los conductos de aceite. Todo esto puede derivar en una pérdida de potencia, mayor consumo de combustible y, en el peor de los casos, una avería grave que requiera una reparación costosa. Además, un aceite sucio puede dañar otros componentes como el turbocompresor, el catalizador o los sensores del motor. Por ello, realizar un cambio de aceite a tiempo no solo es una medida de prevención, sino una inversión que puede ahorrarte muchos problemas en el futuro.
¿Cada cuánto se debe cambiar el aceite?
La frecuencia del cambio de aceite varía según el tipo de motor, el tipo de aceite utilizado (mineral, semisintético o sintético) y las condiciones de uso del vehículo. En general, los fabricantes recomiendan hacerlo entre los 10.000 y 30.000 kilómetros, o al menos una vez al año si no se alcanza ese kilometraje. Sin embargo, si el vehículo se utiliza en condiciones exigentes —como trayectos cortos frecuentes, tráfico urbano denso o clima extremo—, es aconsejable hacerlo con mayor frecuencia.
Qué tener en cuenta al realizar un cambio de aceite
No solo se trata de sustituir el aceite, sino de hacerlo correctamente. Es fundamental utilizar el tipo y la viscosidad de aceite recomendados por el fabricante. Además, cada cambio de aceite debe incluir la sustitución del filtro de aceite, ya que este se encarga de retener impurezas. También es buena práctica revisar otros líquidos esenciales como el refrigerante, el líquido de frenos y el de la dirección asistida.
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