Las piscinas son un elemento arquitectónico que nunca pasa de moda. Sus ventajas son obvias: se utilizan para bañarse cuando hace calor, hacer deporte, un elemento de decoración o como espacio envolvente para reuniones con amigos.
Aunque el diseño de la piscina en la azotea no es una utopía, es más común y se recomienda que la construcción de piscinas se realice sobre una superficie sólida y horizontal. Se debe evitar el suelo húmedo, bien compactado o con muchas rocas. Si no está seguro de qué tipo de suelo hay en su parcela, consulte siempre a un profesional. También tenga en cuenta que las piscinas no necesitan ser excavadas en el suelo; También se puede construir en el suelo.
Una de las afirmaciones más malentendidas respecto a la construcción de piscinas es el asentamiento diferencial y para evitar la aparición de grietas es necesario esperar un año entero antes de colocar el acabado final. Esta es la razón por la cual las expectativas temporales son importantes, como el césped o la plataforma de madera.
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Por motivos de integración, accesibilidad y vigilancia de mascotas, niños o personas mayores, se recomienda que la construcción de piscinas no esté lejos de la casa, pero tampoco demasiado cerca: los olores químicos o el ruido de su funcionamiento podrían volverse molestos. Además, debes alejarte de zonas con árboles de hoja caduca o árboles con raíces incrustadas en el suelo, y ahorrarás en costes de mantenimiento. Evita las zonas de mucho viento porque el viento arrastra muchos escombros.
